Su pasado andalusí es más que evidente, Zuheros es un arracimado pueblo con casas de cal construidas en dos alturas, con calles estrechas y un castillo desafiante asentado en lo alto de un risco. A su alrededor, campos de olivos trepan por las colinas y chocan con peñascales, barrancos y gargantas.
La fortaleza de Zuheros fue edificada por los árabes en el siglo IX, repartiendo torres, muros y estancias por los verticales dientes del risco que corona la población. Su baluarte central, es una alta torre cuadrada escoltada por torrecillas.
Con un interesante museo arqueológico donde se reunen hallazgos procedentes de la cueva de los murciélagos, piezas que van desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce y nos dan una idea de las fases de ocupación que tuvo la caverna. Situada en la cima del cerro que asciende en la espalda de Zuheros, su impactante belleza natural y su valor arqueológico la han dado cierto renombre a nivel europeo.
Con caprichosas formaciones calcáreas fruto de la milenaria paciencia de la geología, podemos visitar 450 metros de cueva con más de 700 escalones y una profundidad de hasta 63 metros de fantasmagóricas oquedades. Muy recomendable su visita.