Hoy nos escapamos al municipio más grande de Vizcaya, nos vamos a Carranza, una zona de verdes valles en el límite con Cantabria. En la zona de Peñas de Ranero se encuentra la cueva de Pozalagua, que cuenta con una concentración de estalactitas muy curiosas. La cueva fue descubierta de forma casual, ya que carecía de comunicación con el exterior. El 28 de Diciembre de 1957 se accedió a ella por primera vez gracias a una explosión de un barreno en la cantera de dolomita contigua, dejando al descubierto una cueva que había estado oculta durante miles de años. La cantera fue cerrada definitivamente en 1976 para no dañar la cueva.
En la cueva la temperatura es constante todo el año, unos 13ºC y la humedad ronda el 100%, está formada por una sala única, la sala Versalles, de 120 metros de largo, una anchura de 70 metros y con una altura de 12 metros. Estalactitas, estalagmitas, coladas y con una enorme columna central, la sala acoge una asombrosa concentración de estalactitas excéntricas que desafían a la gravedad, se curvan, crecen hacía arriba y se entrelazan formando auténticas marañas.
Para llegar desde Carranza, hay que dirigirse en dirección Cantabria hasta el pueblo de Ranero, pasando el pueblo a unos 2 kms encontraremos la cueva. La visita dura unos 45 minutos aproximadamente y está acondicionada para minusválidos, también cuenta con una cafetería-restaurante donde comer algo.
Además de Pozalagua, la zona de Peñas de Ranero es un paraíso para los espeleólogos, con las cuevas prehistóricas de Venta Laperra y la llamada Torca del Carlista, 150 metros de bajada a rapel hasta tocar el suelo de esta espectacular cavidad kárstica.
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Fotografías: Espeleofoto