Toca una escapada por la Comunidad valenciana, nos vamos siguiendo las aguas del río Turia hasta encontrarnos con una gran mole rocosa, aquí se asienta una hermosa población: Chulilla.
El sinuoso curso del río permite visitar sus hoces y sus accidentes orográficos más notables. Al norte del pueblo, el río forma un remanso llamado el Charco azul, al que podemos acceder a través de una pista forestal apta para vehículos.
Los paredones de la muela del castillo son impresionantes, ideales para practicar escalada. El castillo de origen árabe, perteneció al rey moro de Valencia y más tarde fue utilizado como prisión eclesiástica.
Para disfrutar completamente de las hoces del río Turia es recomendable recorrer alguna de las nueve rutas de senderismo planificadas, entre todas suman 60 kilómetros y transcurren por los parajes más bonitos del municipio, alternando precipicios espectaculares, llanos fértiles y paisajes fluviales así como zonas abruptas montañosas y campos frondosos. La mayoría de las rutas se dividen o el terminan en el mismo lugar.
Cuatro kilómetros río abajo nos encontramos con el balneario de Fuencaliente, que dispone de un centro termal con piscina, sauna y sala de masajes. Sus aguas sulfurosas a 23º están especialmente recomendadas para combatir las afecciones respiratorias.