El Parque Nacional de Timanfaya se formó el 1 de Septiembre de 1730 (hace cuatro días, geológicamente hablando), se abrió la tierra en la zona Oeste de Lanzarote, durante 6 años se fueron sucediendo violentas erupciones volcánicas que transformaron el paisaje.
Las fértiles llanuras de Timanfaya se vieron cubiertas de conos, cráteres, hornillos, campos de ceniza, lajiales y coladas que formaron mares de lava dando lugar al bello entorno actual del parque.
En el interior de Timanfaya todavia se mantiene una intensa actividad volcánica, a pocos metros de la superficie la temperatura alcanza los 400ºC.
Se puede recorrer el parque en 3 rutas diferentes, dos de ellas son a pié, discurren por los acántilados y por la zona de Tremesana donde podremos admirar las 220 especies de musgos, algas y líquenes, otra alternativa, la popular ruta a lomos de un dromedario, aunque el recorrido más completo por el interior del parque es la Ruta de los Volcanes, 14 kilometros en autobús, pasando por el mirador de Montaña Rajada, donde disfrutaremos con las panorámicas que nos ofrece los 350 metros de altitud, lo más llamativo son los 25 cráteres amontonados que forman las Montañas de Fuego de Timanfaya. Seguimos por el Barranco del Fuego hasta llegar al Valle de la Tranquilidad, luego el Manto de la Vírgen y finaliza en el Islote de Hilario.